Texto: Arancha Cuéllar
Conectar con la naturaleza es esencial, también en invierno, por eso las madres de día salimos siempre al exterior aunque haga frío y nieve
A pesar de que la borrasca ‘Filomena’ ha impedido la normalidad en muchos proyectos de madre de día, que no han podido reabrir tras las vacaciones, nos ha traído un buen regalo para la infancia: la nieve en época invernal.
Las madres de día que han tenido la suerte de abrir sus nidos a pesar de la nevada, dan fe de la importancia estos días de permitir a sus niños y niñas conectar con la naturaleza, dejándoles salir a jugar al exterior para sentir el frío del invierno.
Es cierto que la nevada se ha tornado catastrófica en muchas zonas de la península, especialmente del centro, pero nos ha recordado que en ocasiones el invierno se cubre de un precioso manto blanco y que los niños/as necesitan ver la nieve, tocarla, olerla, vivir la nueva estación en plenitud.
El aire libre oxigena el alma de la infancia…
Porque el aire libre, las bajas temperaturas, las cencelladas del frío, los nuevos colores del invierno… oxigenan el alma de la infancia. Y al igual que se necesitan momentos de contención y de estar tranquilos en casa, también se necesita salir a la calle, palpar el frío, expandirse… y por ello en las iniciativas de madres de día siempre salimos a la calle, pese a que el tiempo sea frío.
Estos días, eso sí, con mucha cautela y precaución, ya que los parques no son ahora los lugares más seguros del mundo. Desgraciadamente en muchas zonas los árboles se han caído y las estructuras se han visto dañadas, por lo que podemos disfrutar de lo que aún queda de nieve, pero buscando sitios sin riesgos.
…Y ofrece nuevos aprendizajes
En definitiva, estamos viviendo el invierno y hemos de aprovecharlo para interiorizar en la memoria de nuestros niños/as un nuevo aprendizaje. Y es que la vida es cíclica. Y al igual que en primavera todo vuelve a florecer y en verano hace calor, en el otoño se caen las hojas y en el invierno los árboles de hoja caduca se quedan desnudos y hasta puede nevar.
Y sí. Acompañar a los niños/as de nuestros nidos durante las 4 estaciones es un privilegio, ya que les estamos aportando salud y confianza en el ciclo de la vida.
Los ritmos aportan seguridad y favorecen el sueño y el descanso
Los ritmos, tanto internos como externos, favorecen el sueño y el descanso, y reducen el estrés y las rabietas, especialmente en los niños/as más activos. Y por eso las madres de día damos tanta importancia a este hecho tan fundamental.
Porque los ritmos, que nosotras aportamos en nuestras iniciativas, proporcionan estabilidad, seguridad, salud, orden, paz y armonía a la infancia. Y los necesitamos para vivir.
Y por eso las madres de día seguimos siendo una profesión que crece y una opción cada vez más demandada. Porque las familias se están dando cuenta de que lo verdaderamente importante entre los 0 y 3 años es el apego, los cuidados, el juego libre, la alimentación, el sueño y el aire libre. Y gracias a nuestra ratio de 4 niños/as máximo podemos ofrecer todo ello. Y regalarles un tesoro: el ritmo pausado.